Xabier P. Iglesias (BNG): "El futuro de Vigo pasa por la industria, no por las luces de Nadal o el Xacobeo"

Las encuestas publicadas hasta hoy apuntan a que Abel Caballero conservará la mayoría absoluta del PSdeG. Los sondeos son uno de los temas de esta conversación, parte de la serie de entrevistas con los alcaldables olívicos que completó Galiciapress con Caballero, Marta Fernández Tapias (PP) y Rubén Pérez (Marea de Vigo).

Además de los sondeos, otros puntos de la conversación son las zonas de bajas emisiones, las luces de navidad, la polémica entre el alcalde y la plataforma Vigo somos Todxs y los problemas de la lengua gallega en un entorno urbano como Vigo. 

Pérez Iglesias argumenta que Caballero está enrocado en una política españolista y populista, sin dialogo, propia de un déspota, de un emperador de Roma que sólo piensa en el turismo navideño. Frente a eso, propone más participación vecinal y darle prioridad a la industria como motor de la ciudad.

¿Qué objetivos tiene el Bloque para las elecciones? Las últimas encuestas apuntan a cierto avance, puede que superando a la Marea de Vigo. En todo caso, esos sondeos señalan que la mayoría absoluta de Abel Caballero parece inamovible …

Las elecciones están más abiertas de lo que parece. Vemos las encuestas con respeto, pero con prudencia. Son reflejo de un determinado estado de ánimo y tenemos la certeza de que el BNG va a ser quien de sumar a muchos vigueses que van a permitir que el nacionalismo gallego vuelva a ser una fuerza determinante en el Ayuntamiento de Vigo. Si en algo tenemos experiencia, es en superar las expectativas de los sondeos. En todo caso, en mayo las viguesas y los vigueses podrán escoger entre los que ofrecen más de lo mismo o apostar por una alternativa en positivo para dar un nuevo impulso a la ciudad, que lo necesita.

El voto al BNG no va a servir para seguir en la inercia actual ni desde luego para una opción que sería un serio retroceso, como sería que un PP, que lleva 13 años situando a Vigo en un total abandono desde la Xunta, pueda optar la alcaldía

En todo caso, si los votos del Bloque huyen determinantes para impedir que el PP llegara la alcaldía de Vigo, ¿Caballero podría contar con ellos?

Lo que es seguro es que los votos al BNG van a servir para hacer posible a cambio que se necesita, para ‘resetear’ en positivo Vigo y eso pasa por un cambio muy importante en las políticas municipales. Las viguesas y vigueses pueden tener la total confianza de que el voto al BNG va a ser en positivo, no servirá para seguir en la inercia actual ni desde luego para una opción que sería un serio retroceso, como sería que un PP que lleva 13 años situando a Vigo en un total abandono desde la Xunta, pueda optar la alcaldía. Los votos del BNG van a servir para cambiar las políticas del Ayuntamiento en un sentido progresista, comprometido a nivel social y sacudiendo la inercia paralizante que marca los últimos años de un gobierno absolutamente agotado que sólo piensa en su permanencia en el poder.

En la próxima legislatura, un tema clave serán las zonas de bajas emisiones. Caballero en una entrevista la semana pasada en Galiciapress daba a entender que no está por poner multas. ¿Cuál es postura del Bloque?

El actual gobierno municipal no ha definido nada, sólo una memoria, es un proyecto, que se elaboró sin ningún tipo de participación, en contra de lo que manda la propia Ley. El BNG tiene una alternativa que es convertir toda la ciudad en una zona de bajas emisiones, rechazando de plano una aplicación restrictiva. No queremos que haya una, duas, tres o cuatro zonas en las que se restrinja el acceso de algunos tipos de vehículos. 

Tiene que haber una gran línea de transporte colectivo desde Navia, que apueste por ese modelo de transporte colectivo. Implantar un mal calco de Madrid Central en Vigo sería un error.

De aquella cuál es esa alternativa de movilidad del Bloque para Vigo?

Queremos avanzar por políticas de transporte colectivo, que mejoran la movilidad peatonal, vertebrar mejor la ciudad, reducir el uso del vehículo particular … No se trata de castigar a quien no se puede permitir un vehículo eléctrico. El reto que tenemos es hacer avanzar Vigo en tener de sostenibilidad ambiental. Lo que tenemos que darle la ciudadanía es una alternativa, que pasa por un refuerzo del autobús urbano -con uno nuevo mapa de líneas, mejores precios, etc.- creando una una gran línea central en alguna modalidad de transporte articulado. 

¿Qué modalidad en concreto?

No vamos decir se tiene que ser el metro ligero tan hablado, tranvía o trolebús, como hay en otras ciudades de un tamaño similar en Europa. Entendemos que tiene que haber una gran línea de transporte colectivo desde Navia, que apueste por ese nuevo modelo. Implantar un mal calco de Madrid Central en Vigo sería un error. El problema no es que los vehículos sean eléctricos o de combustión, el reto es reducir el uso del vehículo con experiencias que han acreditado su éxito en otras urbes, como Pontevedra.

Su programa fija como uno de los ejes a política industrial, en la que Stellantis es pieza clave. ¿Cómo valora el comportamiento de la empresa en estos años, que solicita ayudas públicas al mismo tiempo que está reduciendo la masa laboral, incluyendo un ERE este año?

Padecemos las consecuencias de tener una Xunta sin política industrial, a pesar de tener las competencias. Tampoco hay ningún compromiso del Gobierno de Estado para activar las enormes potencialidades industriales que tiene la ciudad y la comarca de Vigo. Se vio con claridad cuando el PP en el Parlamento gallego -y PSOE y Podemos en el Congreso- votaron no la propuesta del Bloque para un gran plan de impulso del área industrial de Vigo. La actividad productiva e industrial está en retroceso con 7.000 puestos de trabajo industrais menos que en 2009. No recuperamos el nivel de ocupación previa al inicio de la pandemia. 

Frente a quien tiene una política productiva que sólo apuesta por el monocultivo de las luces de navidad, y también frente a los que sólo apuestan por el Xacobeo, nosotros entendemos que el futuro de Vigo pasa por la reindustrialización
 

¿En qué sectores productivos es necesario invertir?

En primer lugar, en la reparación y construcción naval, que está en una situación límite, tuvo cerca de diez mil puestos de trabajo y ahora anda por el millar. También en la industria de la automoción. Frente a quien tiene una política productiva que sólo apuesta por el monocultivo de las luces de navidad, y también frente a los que sólo apuestan por el Xacobeo, nosotros entendemos que el futuro de Vigo pasa por la reindustrialización y la diversificación. Una ciudad universitaria como Vigo tiene todas las cartas para convertirse en la capital gallega de la innovación. Eso pasa por un compromiso de todas las administraciones.
 

Cita usted el tema de las luces de Nadal. Si el Bloque llegara la alcaldía, ¿cuál sería su política sobre las luces de Nadal? Las quejas aumentaron este año pero es evidente que una parte del sector económico de la ciudad sale beneficiado …

Ese es un debate algo falso. En Vigo nadie está en contra de las luces de Nadal. Había luces antes de Abel Caballero, hace falta señalarlo porque con este complejo ‘abelista’ parece que Vigo empezó con su alcaldía, olvidamos que otros gobiernos -participados lo pones BNG- fueron los que empezaron a hacer esa apuesta  por ese gran atractivo que podrían ser las luces de navidad, desde el punto de vista comercial.

El problema es el modelo. El actual es un modelo que no está pensado para el retorno económico, no se sustenta en ningún indicador objetivo. Se habla  de estimaciones tan gruesas como de entre 500 y 1.000 millones, no sé porque no dijo 2.000. Se habla de cifras de afluencia turística inverosímiles, con números de desplazamientos desde el Ayuntamiento de Mos superiores a toda la población de ese ayuntamiento. Hay una serie de falsificaciones de datos para justificar un relato que no se sostiene y que busca reducir la ciudad, especialmente el centro, a un parque temático. Un parque temático que es inhabitable y que desertiza desde el punto de vista comercial y económico otras zonas de la ciudad. Comerciantes de otros barrios, que no son del centro, llevan años denunciando que este modelo drena su facturación.

¿Y cuál es la alternativa del Bloque para las luces?

Nuestro modelo es un modelo racional. Con el tema de las luces y adornos, habrá que discutir si tenemos que gastar más del doble del que se destina durante todo el año las políticas de promoción del empleo. También hace falta un debate sobre la sustentabilidad. Nuestro modelo pasa por la descentralización, no concentrar todo en el kilómetro cero de la ciudad, sino que se lleve la navidad al conjunto de las parroquias. Nuestra postura es clara, navidad sí, por supuesto que sí, pero no así.

Este estilo de gobernar de ‘aquí mando yo’ es profundamente antidemocrático. Es mas, estoy convencido de que una parte muy importante de los que votaron a Caballero no lo hicieron para instaurar una especie de dictador plenipotenciario.

Otra de las polémicas recientes es lo que sucede con la Plataforma Vigo Somos Todxs. Caballero los expulsó dos veces del pleno y les llamó fascistas tras interrumpilo. Tienen reivindicaciones diversas, pero todos sus miembros tienen una queja común, que el alcalde es soberbio, no los recibe …

Una legítima mayoría absoluta del actual del Gobierno acabó, también en el mandato anterior pero ahora con mayor dureza, en una acción cada vez más autoritaria, abiertamente más autoritaria. No puede haber democracia sin participación. En democracia el diálogo no es una opción, es un imperativo. Desde el inicio del mandato en el BNG estamos denunciando el déficit democrático y esos tics cada vez más totalitarios de un alcalde y de un gobierno que confunden la mayoría absoluta con una especie de dictadura romana, que confunden su mayoría con la totalidad de la ciudad. 

Nuestra primera moción en esta legislatura fue precisamente demandar un nuevo reglamento de participación ciudadana para hacer que no sea opcional escuchar, para blindar el derecho de toda la ciudadanía y las asociaciones a ser escuchados. Tenemos que avanzar a una democracia municipal de más calidad, con mecanismos de codecisión. Queremos avanzar creando espacios de poder popular en los que a través de los consejos vecinales de parroquia y de barrio - y una reforma de los consejos sectoriales para que dejen de ser ornamentales- la ciudadanía pueda participar de manera directa en la toma de decisiones. Este estilo de gobernar de ‘aquí mando yo’ es profundamente antidemocrático. Es mas, estoy convencido de que una parte muy importante de los que votaron a Caballero no lo hicieron para instaurar una especie de dictador plenipotenciario.

Muchos votantes buscan en el BNG una fuerza que defienda la lengua gallega. La percepción que hay había sido de la urbe es que Vigo es la ciudad gallega en la que menos se habla gallego. ¿Cómo ve la situación lingüística en el Ayuntamiento?

La situación es preocupante por lo que se está certificando de retroceso del número de hablantes, que responde a una situación de anormalidad en términos democráticos. Los vigueses y las viguesas no ternemos garantizado poder vivir plenamente en nuestra lengua propia. Es perfectamente posible vivir en Vigo en régimen monolingüe los 365 días del año en castellano pero es imposible hacerlo en gallego. 

Caballero aplica una política profundamente españolista que en nada tiene que envidiar a las políticas más reaccionarias de la derecha españolista.

¿Qué medidas proponen para normalizar el uso de la lengua?

Hay que romper con la política abiertamente galegófoba del gobierno municipal, que incumple incluso la ordenanza municipal de normalización que mandata que la lengua oficial del Concello, y por lo tanto la lengua de su gobierno, es el gallego, empezando por el alcalde. Ese nivel de desprecio responde a ese afán del PSOE por retener ese voto prestado de algunos sectores más refractarios a la lengua gallega. 

El primer paso que debemos tomar es colocar al Ayuntamiento de Vigo como un agente público implicado de verdad en la plena normalización de nuestro idioma, dando la libertad a los vigueses de poder usar nuestro propio idioma, para superar esta política desgalizadora y profundamente españolista que se ha aplicado nos últimos años por parte del Gobierno de Abel Caballero, que en nada tiene que envidiar a las políticas más reaccionarias de la derecha españolista.